Entrar

¿Aun no tienes cuenta? Unete ahora

¿Olvidaste la Contraseña?

Registrarse

La contraseña será generada y enviada a su dirección de correo electrónico.

¿Queremos seguir celebrando el 25 N?

Firma invitada: Mª Cruz Rubio. Socia fundadora Ramal Red de Apoyo a Mujeres en el Ámbito Laboral

Hoy nos acordamos de las Hermanas Mirabal, también conocidas como Mariposas, asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en la República Dominicana por su oposición al régimen de Rafael Leónidas Trujillo.

Años más tarde  la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 54/134 de 17 de diciembre de 1999, hizo suya esta reivindicación, instaurando el 25 de noviembre como el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer entendiendo por violencia contra la mujer todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.

Hermanas Mirabal, conocidas como Mariposas

Desgraciadamente seguimos viendo desalentadas las estadísticas de los casos que se reconocen como violencia contra las mujeres, pero aún es peor cuando alcanzamos a entender que un elevadísimo número de actos de violencia contra la mujer no constan ni constarán jamás en las estadísticas.

Jamás leeremos en ellas las historias de las mujeres que en sus puestos de trabajo reciben diariamente humillaciones, vejaciones y desprecio por su simple condición de mujer, jamás veremos tampoco las historias de las mujeres que son explotadas sexualmente por su condición de inmigrante, ni las historias cotidianas de sufrir en nuestras carnes todos los estereotipos de género fruto de una sociedad heteropatriarcal que no acaba de dar el paso necesario hacia una igualdad real.

Esas historias del día a día plagadas de micromachismos que las mujeres soportamos restándole importancia, constituyen también actos de violencia contra la mujer según la definición dada por Naciones Unidas.

Hace unos días celebrábamos Santa Cecilia patrona de los músicos y eso ha traído a mi cabeza el recuerdo de letras de canciones del imaginario popular, como aquella del Emigrante de Juanito Valderrama que decía “me voy a hacer un rosario con tus dientes de marfil” … o la célebre Es mi Hombre de Sara Montiel que decía “si me pega me da igual… es natural”.

Trataba de consolarme diciéndome… no no .. las cosas han cambiado…. Mira la canción de Bebe “ malo malo malo eres”… pero me sorprendí cuando presté atención por unos momentos a las canciones que escuchaba mi hija… los pelos como escarpias si os soy sincera….Cuatro Babys de un tal Maluma… “siempre me dan lo que quiero, chingan cuando yo les digo, ninguna me pone pero”… o Contra la Pared de Jiggy Drama “ si sigues en esa actitud voy a violarte…” o Agárrala de Trébol Clan “ agárrala, pégala, azótala…” ¿¿Sigo??

Nos preguntamos que estamos haciendo mal, por qué las cosas no cambian y no nos damos cuenta de que seguimos alimentando el odio y la violencia hacia la mujer a través de las manifestaciones culturales y sociales, como este ejemplo que acabo de comentar de la música.

La libertad de expresión o la libertad creativa no deben amparar nunca formas de odio y sin embargo no solo lo permitimos, sino que dejamos que taladre las cabezas de nuestros hijos haciéndoles ver que la violencia contra las mujeres, aunque es mala, es algo que se puede aceptar. Yo no quiero que mi hija pase de ver películas de princesas a ser “mi princesa”… yo quiero que mi hija sea una mujer libre, que no se vea amenazada ni coartada por el mero hecho de haber nacido mujer.

Es absolutamente imprescindible una educación en valores integral que tenga unas referencias claras en la sociedad si no queremos seguir celebrando el 25 N recordando a las víctimas.

Compartela: