En España a las empleadas del hogar las pueden despedir de un día a otro porque sí, porque los niños han crecido, porque en el hogar donde estaba trabajando no se lo puede permitir o porque les da la santísima gana. Te pueden despedir y punto. Ojo, hay una salvedad, si la empleada del hogar lleva más de un año trabajando en ese mismo domicilio, los empleadores tienen que avisar a la persona de que va a ser despedida con 20 días de antelación o siete días de antelación si la relación laboral es inferior y pagarle una indemnización equivalente a 12 días por año trabajado con un tope de seis mensualidades. Y esto se recoge en el régimen especial en el que se encuadra este colectivo y se denomina “despido por desistimiento”. Pero no tiene que haber ninguna justificación por parte del empleador. Se despide a la persona y punto.
Con la nueva norma, que se el Consejo de Ministros aprobará en este año 2022, el despido si exige justificación y ha de indemnizarse con 20 días por año trabajado y un límite de 12 meses en el caso de sea por objetivo o 33 días por año trabajado y un máximo de 24 mensualidades si es el despido es improcedente.
Además subirán las cotizaciones sociales porque en el momento en que se apruebe esta ley las empleadas del hogar deberán cotizar a la Seguridad Social por desempleo y por el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) para cuando haya casos de insolvencia. Sin embargo, el Gobierno está estudiando la fórmula para que esto no suponga un coste extra ni para el empleador ni para la trabajadora.
