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La Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica destinará 207.500 euros en 2022 a impulsar la actividad del sector artesano

A través de varios programas de apoyo. Actualmente, la Dirección General de Comercio, Emprendedores y Economía Social gestiona tres líneas de ayudas:

-100.000 euros a las asociaciones profesionales para la organización de ferias y cursos de formación. Este año se han concedido subvenciones por un importe de 74.379 euros para la celebración de ocho certámenes.

-40.000 euros para la mejora de activos fijos, básicamente, la modernización y renovación de los equipos de los talleres. A lo largo de este ejercicio se han concedido 15.221 euros para 14 talleres.

-35.000 euros para asistencia a ferias y cursos fuera del ámbito autonómico. En 2021 se han abonado 34 subvenciones por una cuantía de 5.221 euros.

-30.000 euros en una subvención nominativa al Ayuntamiento de Oviedo para la celebración de la feria de artesanía de Navidad, la más importante de Asturias, que reúne a cerca de 60 profesionales.

-2.500 euros para la celebración del concurso “Pieza única”.

Asturias cuenta con un censo de 84 oficios artesanos y 227 profesionales activos, según los datos del Registro de Artesanos. Una docena de actividades concentran el mayor número de profesionales: joyería, ceramistas, muralistas, esmaltistas y modeladores; marroquinería, carpintería, azabachería, tallistas de madera, modistas y sastres; ebanistería, cuchillería y navajería, bisutería, platería, repujado y decoración del cuero.

La lista es muy extensa e incluye también a abarqueros, elaboradores de calceta y ganchillo, cesteros, encuadernadores, herreros, constructores de juguetes y muñecos, moldeadores de vidrio, fabricantes de vidrieras, tejedores, productores de trajes regionales y zapateros.

El director general de Comercio, Emprendedores y Economía Social, Julio González Zapico, destaca la variedad de oficios artesanos, el nivel artístico y la calidad de los profesionales, cuya actividad ha permitido recuperar o mantener vivas labores que podían haber desaparecido hace años. “El oficio de la artesanía es difícil y complicado, a veces poco valorado, y la actividad depende en buena medida de la celebración de ferias y eventos, algo que hemos podido retomar plenamente este año tras las restricciones obligadas por la pandemia”, ha asegurado.

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