En Junio, el Senado dio luz verde a una rebaja del IVA al sector de las peluquerías, barberías y centros de estética, pasando del tipo general 21% al reducido del 10% ,a partir del 1 de enero del 2022.

Esta modificación había sido aprobada por la Cámara Alta gracias a una enmienda impulsada por el PP a la Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal.

Un día antes de que el Congreso pudiese votar a favor de esa reducción el Gobierno vetó esta en nueva enmienda ¿La razón? Desde el Gobierno se declaró que reducir el IVA de un sector y mantener el de otros sectores podría acarrear un desequilibrio económico muy perjudicial para el conjunto del país.  “Se produciría a un desgobierno absoluto” declaraba la Ministra Portavoz y de Hacienda, María Jesús Montero.

“Cuando esta enmienda vaya al Congreso el PSOE ejercerá su derecho a veto ya que leyes que nada tienen que ver con las enmiendas puedan modificar materias que afecten a la política de ingresos y, por tanto, van a la raíz de lo que es competencia exclusiva del Gobierno”.

En el sector de las peluquerías, barberías y servicios estéticos han pasado de la euforia a la más absoluta de las decepciones.

En este contexto y en nuestro continuo apoyo a las empresas y emprendedoras de Asturias, hoy conocemos a Beatriz Valle, propietaria de Salón Beatriz Valle, que nos cuenta como ella, sus trabajadoras y su sector han vivido el fatídico año 2020.

Y cómo han afrontado ese cambio de última hora del Impuesto sobre el Valor Añadido que se anunciaba como un regalo de reyes anticipado y que se ha convertido en un verdadero mazazo.

“En 9 años pasamos de tener el tipo reducido del 8% a pasar al 22%”

-Nuestro sector ya sabe perfectamente lo que es vivir un cambio de IVA bruscamente. Desde el año 2012 pasamos de tener un IVA del 8% a tener que incrementar el precio a nuestros clientes en un 22%. Y este año, después de todo lo vivido y sufrido, pensábamos que ya estábamos viendo la luz al final del camino cuando se nos prometió volver al tipo de IVA reducido. Fue un autentico mazazo cuando nos enteramos que no iba a ser así y que seguíamos siendo un sector muy castigado en impuestos.

“Hacíamos jornadas de 9 de la mañana a 9 de la noche y estoy muy agradecida por el esfuerzo que hizo mi equipo en tiempos de Pandemia”

-¿Cómo vivió el Salón Beatriz Valle el 2020?

-Pues creo que como todos los negocios. Con sorpresa, incertidumbre y mucha confusión.

Nosotras pasamos del cierre obligatorio a tener que abrir porque éramos consideradas como “esenciales”. Si cerrábamos no teníamos derecho al acceso a las ayudas. Por lo que teníamos que abrir obligatoriamente

Pero ¿cómo abrir un negocio cuando tienes a tus clientes confinados y con el miedo a poder ser contagiados?

Encima, solo podíamos recibir a un cliente cada vez. Por lo que, mi equipo y yo tuvimos que sacrificar horas de nuestra vida personal, luchando a su vez con el miedo al Covid, para poder ser rentables.

Empezamos hacer jornadas de 9 de la mañana a 9 de la noche. Un sacrificio enorme, pero que tuvo su recompensa, porque aquí seguimos abiertas y no solo recuperando la clientela de antes sino incrementándola cada día con nuevas personas que vienen a nuestro salón.

“La desinformación y la confusión hicieron que se invirtiera mucho dinero en material inútil o con un coste final muy desorbitado”

-¿La confusión y desinformación les hizo perder dinero como a otros negocios?

Sí. Había tal desinformación y confusión que comprábamos al principio las mascarillas y los guantes a precio de oro.

Y a esto había que sumar que, a las peluquerías y centros estéticos, se nos exigían unas medidas higiénicas y sanitarias que tenían un alto coste.

Nosotras, por el bien de nuestros clientes, asumimos rápidamente las nuevas medidas porque el cuidado, la salud y la satisfacción de nuestras clientas es lo primero.

Pero si hubiese habido una información más clara y más concreta se hubiese destinado el dinero mucho mejor de lo que se hizo y no hubiésemos gastado tantos recursos en material inútil o con un precio incrementado en un 200%, como los guantes, que a día de hoy sigue siendo para nuestro sector un artículo de lujo.

“En estos momentos puedo decir con orgullo que tenemos a todas las trabajadoras fuera del ERTE”

-¿Ese dinero invertido lo has podido recuperar con las ayudas del Ayuntamiento de Gijón y con las del Principado de Asturias?

-Con las ayudas económicas y gracias a que tenemos una clientela fiel y que después del confinamiento han vuelto a llenar nuestro Salón de Belleza. Personalmente, puedo decir que, de las Ayudas que nos han concedido, no me puedo quejar.

Hemos cobrado la ayuda de prevención de no beneficios y las ayudas por sacar a las trabajadoras del ERTE.

Porque puedo decir con orgullo, y vuelvo a repetir, gracias a nuestras clientas, en este momento todas las trabajadoras del Salón Beatriz Valle están a jornada completa y fuera del ERTE.

–Trabajadoras que son casi familia

-Tú lo has dicho bien. Somos una familia.

Piensa que yo empecé en esta misma peluquería cuando tenía 16 años. Y desde hace 3 años me he convertido en propietaria.

Con muchas de mis trabajadoras he crecido. Juntas hemos estado en las duras y en las maduras. Y todo el esfuerzo que han puesto todos estos años y en época de pandemia se ha visto reflejado en este 2021 donde se augura, si el virus nos lo permite, una buena recuperación económica.